Marzo de 2016 - por el Dr. Peter Boskamp...
Vitaminas y Minerales (1)
Cuando comencé a estudiar medicina veterinaria en Utrecht a la edad de 17 años, ya se señaló que las vitaminas juegan un papel importante en el metabolismo celular. Pero se ha hablado del riesgo de cuellos de botella de manera bastante superficial. Se creía que los déficits ya no eran posibles durante este tiempo y que enfermedades como el escorbuto, el raquitismo, la anemia perniciosa y otras enfermedades causadas por la deficiencia de vitaminas eran cosa del pasado. No había motivos para dudar de esta opinión. No solo porque se repitió sistemáticamente en cada conferencia sobre vitaminas y minerales, sino también porque en ese momento abundaban frutas como manzanas y naranjas y todo tipo de cereales. Así que no hay necesidad de preocuparse. Más bien, existían dudas y temores sobre el riesgo de una ingesta excesiva de estas sustancias. Todo tipo de enfermedades, como los cálculos renales, se atribuyeron a una ingesta excesiva de vitamina C o la aparición de anomalías hepáticas debido a demasiadas vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D y E. En particular, estos últimos riesgos se sobrevaloraron y presentado como la espada de Damocles. Precisamente porque ya no había miedo a la deficiencia de vitaminas, realmente no parecía haber una razón para actuar en contra del Codex Alimentarius (una colección de estándares internacionales relacionados con alimentos y productos alimenticios).
Las cantidades mínimas diarias se estipularon en este documento. En principio, estos valores eran la ingesta diaria mínima necesaria para no desarrollar enfermedades carenciales. Estas cantidades se denominaron ADF, es decir, la dosis diaria permitida. Estas cantidades se pueden encontrar en todos los envases de vitaminas para consumo humano.
Los grupos de presión luego juraron a los políticos y universidades estos valores de ADI como la ingesta máxima deseada. Esta ingesta mínima de vitaminas para prevenir los déficits vitamínicos se aceptó tácitamente como la cantidad máxima diaria. Esto se alentó aún más para que fueran aceptados como tales. Nadie lo miró realmente en ese momento. De hecho, con una dieta normal y variada, el riesgo de deficiencia de vitaminas y minerales es insignificante. De hecho, era pura propaganda que se ofrecieran suplementos vitamínicos a todo el mundo.
Esta historia debe quedar impresa en la conciencia colectiva. Por otro lado, se ha exagerado mucho el riesgo de un uso excesivo de vitaminas y minerales. Tanto es así que tan pronto como todos los estudiantes comenzaron sus estudios, incluyéndome a mí, comenzaron a preocuparse por evitar demasiadas vitaminas. Todavía puedo recordar mis propias advertencias a los dueños de mascotas cuando desperdiciaban demasiado las vitaminas.
En la década de 1980 se rumoreaba que la falta de ácido fólico en los niños por nacer podía provocar "espalda abierta" durante el embarazo. Ahora esperaba que las dosis guía se ajustaran de acuerdo con estos nuevos hallazgos para el Codex Alimentarius. Sin embargo, esto no sucedió. Pasaron casi diez años antes de que esto comenzara a moverse y los valores de referencia se ajustaran lentamente. Cuántas enfermedades podrían haberse prevenido. Para mí fue una especie de llamada de atención para ver si podía haber otros errores en los valores recomendados. Finalmente, tuve mi propia experiencia con muy buenos resultados al usar dosis superiores a los valores de IDA. Pero no solo eso, encontré una gran cantidad de literatura que resaltaba la inexactitud de los valores de ADI. Estos niveles mínimos no tienen nada que ver con un nivel óptimo de uso de vitaminas. Se hizo cada vez más claro que, en muchos casos, la dosis óptima de vitaminas se alejaba mucho de los valores de IDA recomendados. Lo que también quedó claro es que ciertas fuerzas intentaron y continúan intentando frustrar el uso de estas cantidades más óptimas. Las vitaminas que normalmente se comercializan son tan bajas en vitaminas que realmente no marcan la diferencia. Por ejemplo, los suplementos estándar de vitamina B12 que estaban en el mercado hasta hace unos años tenían un contenido tan limitado que difícilmente podían corregir una deficiencia de esta vitamina. Ahora hay disponibles suplementos vitamínicos que realmente pueden ayudar. Pero tienes que saber dónde encontrarlos.
Las historias que cuentan que el uso excesivo de vitaminas puede conducir rápidamente a situaciones peligrosas se basan en la adulteración y la intimidación. Por ejemplo, se llevó a cabo un estudio en 45.000 hombres de entre 60 y 75 años (edad a la que aparecen la mayoría de los cálculos renales). Tomaron 1,5 gramos de vitamina C (20 veces el valor de la IDA) durante seis meses. Ninguno de estos hombres desarrolló un cálculo renal. Sin embargo, me gustaría hacer una advertencia, porque no todas las vitaminas se pueden tragar tan fácilmente en una dosis veinte veces mayor sin ningún problema. La razón es simple y fácil de explicar. Las vitaminas se influyen entre sí en sus efectos. La ingestión de demasiadas vitaminas puede provocar una deficiencia relativa de otras vitaminas. Así que asegúrese de tener un nivel de vitaminas equilibrado.
En una universidad, un internista dijo que había descubierto que altas dosis de vitamina D3 eran efectivas para tratar y prevenir el cáncer de próstata. Este internista, junto con otros expertos, empezó a buscar la forma de producir el efecto de la vitamina D3 con otro ingrediente activo con el objetivo de patentarlo y ganar un buen céntimo de esta forma. Sin embargo, un investigador asociado quería publicar los efectos de la vitamina D3. El buen hombre simplemente fue trasladado a una ciudad de provincias porque había ignorado los intereses de sus grandes jefes. Con eso hemos identificado el principal problema del posible uso de vitaminas. Las vitaminas no se pueden patentar, por lo que no se puede ganar mucho dinero. Razón suficiente para burlarse de la eficacia de estas sustancias. Se puede ganar (mucho) dinero con medicamentos que curan enfermedades. Razón suficiente para asegurar que se frustra el uso de vitaminas en dosis óptimas. Estos mecanismos de presión se han vuelto tan intensos a lo largo de los años que todo el mundo piensa que la tierra es plana (las vitaminas no son realmente necesarias). A las personas que afirman que la tierra es redonda (la dosis óptima de vitaminas es diferente a la dosis mínima) les gustará una “Inquisición” silenciado. Lo que se hizo en el pasado, es decir, susurrar al oído de los estudiantes de medicina (animal) que muchas vitaminas son dañinas y que las deficiencias de vitaminas no pueden ocurrir si uno solo come sano, todavía se practica hoy. Por lo tanto, los médicos generales y los veterinarios son negativos sobre el uso de suplementos vitamínicos. Los suplementos vitamínicos que contienen cantidades óptimas son de hecho efectivos contra muchas dolencias, pero estos estudios no están disponibles para todos. Un desarrollo asombroso. A los médicos a menudo se les lava el cerebro para que no receten suplementos vitamínicos. En cualquier caso, hay que garantizar que la industria farmacéutica pueda seguir vendiendo muchos otros fármacos. El enfoque no está en combatir las enfermedades causadas por una deficiencia crónica de vitaminas y minerales, sino en aliviar los síntomas y retener a los clientes. A diferencia de la época en que completé con éxito mis estudios, hoy en día es cada vez más difícil obtener suficientes vitaminas y minerales. Especialmente si no comes versátil. En mi nuevo libro “Manteniendo sanas a las palomas” dedico varios capítulos a este tema.
cual es la moral de esta historia?
No dé por sentado que las vitaminas y los minerales no son necesarios. Las carreras de palomas son un deporte. Cualquier cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. Lo que puede ser suficiente en invierno, porque entonces los requisitos son generalmente bastante limitados, puede provocar síntomas de deficiencia (relativa) durante el tiempo de viaje. Esté siempre atento para identificar posibles deficiencias (relativas). Deficiencias que pueden conducir a resultados decepcionantes durante el período de viaje. Estos déficits a menudo se atribuyen con demasiada rapidez a enfermedades latentes, que luego se tratan (innecesariamente y con poco éxito) con antibióticos.
¡Buena suerte!
Peter Boskamp
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